Si hay algo que une a todos los hombres del mundo, al margen de las ideas poéticas, las creencias religiosas o el equipo de fútbol, es la pasión por las tetas grandes. Las tetas grandes nos gustan a todos los hombres. Esto es así. Puede que los orígenes de esta pasión por las tetas grandes esté en la vuelta a la lactancia, a la unión con la madre o pude que se trate de otros motivos menos freudianos, pero la pasión por las tetas grandes es un hecho incuestionable.
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