Más que la figura indiscutible de los órganos sexuales masculinos, el pene es un símbolo de virilidad, potencia sexual y placer. A ojos del hombre, el pene toma una dimensión especial y se convierte rápidamente en el objeto de toda atención. Desde que el varón es adolescente, el pene se mide y se compara. Por este motivo puede convertirse en una fuente de muchos complejos si el propietario lo juzga demasiado pequeño, sin embargo, el tamaño en sí mismo no tiene ninguna influencia en la calidad de una relación sexual. La vagina es un órgano elástico que durante la penetración se adapta de forma perfecta a la forma y al tamaño del pene. El pene es blando en reposo y cambia su apariencia bajo los efectos de la excitación. Cuando el hombre está totalmente excitado, el débito sanguíneo aumenta en el pene y el volumen del pene se hace mayor. Se endurece, enrojece y endereza. De esta forma, el hombre puede deslizar el pene en la vagina de su pareja. Las contracciones musculares realizadas durante el acto sexual provocan la eyaculación. Una vez realizada la eyaculación, el pene se calma y vuelve a su estado original. Los órganos genitales masculinos son muy sensibles y frágiles, reaccionan muy mal a los cambios de temperatura, es por este motivo por el que los espermatozoides se encuentran en bolsas fuera del cuerpo.
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