El cuello, el pecho, los lóbulos, la parte baja de la espalda y como no los genitales. El cuerpo del hombre está lleno de zonas erógenas. Sólo tienes que descubrirlas y que cosas puedes hacer con, sobre y en cada una de ellas. No es necesario haber estudiado en Harvard para saber cuál es el lugar del cuerpo que tu chico espera que colmes de mimos y atenciones. Pero afortunadamente la anatomía masculina hay otros puntos lujuriosos que debidamente estimulados, llevarán a tu chico a cotas de placer a las que todavía no está acostumbrado. Estimular las zonas erógenas del hombre resultará superplacentero y creará una tensión sexual que incrementará el flujo sanguíneo en dirección a los genitales. El hecho de tocar en lugares inesperados en donde es muy probable que nunca antes le hayan tocado añade una dosis de picante y se convierte en una de las zonas erógenas masculinas.