Se ha escuchado muchas veces y se repite a menudo que el punto G está en el oído. Para muchas parejas eso tiene que ver con el gusto que tienen con que le hablen sucio en la cama. Muchas parejas no entienden el silencio y necesitan un estímulo mental cuando están en la cama. Desde las frases románticas, pasando por comentarios subidos de tono o degenerados incluso, depende del gusto. Hablar sucio es un toque que hace que la imaginación se ponga en funcionamiento para elevar el tono del encuentro sexual.
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